El Naranjo

Para muchos urbanitas, los equipos de alto rendimiento como botas de montaña, chalecos de alpinismo, entre otros,  se han convertido en elementos básicos de la elegancia cotidiana.  Los campamentos de El Naranjo modernos están repletos de un encantador sarcasmo, cada campamento solitario funciona como un escenario en el que se pueden realizar fantasías culturales a plena vista de una audiencia de compañeros de campamento interesados ​​en la misma experiencia salvaje. La comunidad del campamento no ha experimentado un cierto grado de envidia por la visión, en un campamento vecino, de una nueva estufa con encendido piezoeléctrico, una carpa de Sierra o un saco de dormir. Incluso arrienda algunos remolques estacionados permanentemente, que permiten a los campistas pasar la noche en un ícono cultural, este experimento también permite que los posibles campistas se presenten sin ningún equipo personal, tal como lo harían en un motel de carretera.  No es de extrañar que la repetición diaria de tareas una vez asociadas con la supervivencia se haya reformulado tan completamente como una serie de rituales casi espirituales destinados a volver a conectar al campista con lo que se ha perdido en gran medida, a estas alturas, la mayoría de las necesidades antiguas ir de excursión y limpiar el lugar.